La gratitud es una herramienta poderosísima que nos permite apreciar la vida y todo lo que nos rodea y cuando la aplicamos nos ayuda a elevar nuestra energía.
Cuando aprendemos a agradecer y lo hacemos un hábito en nuestro día a día, lo que ocurre es que la energía que habita en el espacio del corazón y todo nuestro campo electromagnético se expande.
La energía del corazón tiene una estructura toroidal , es como una dona y cuando de forma consciente elegimos agradecer y apreciar todo lo que tenemos y todo lo que nos ocurre en nuestra vida, nuestro toroide se expande y a la vez interactúa de una forma mucho más poderosa con el entorno.
Como es una energía electromagnética, la parte magnética atrae energías similares a la de la gratitud, permitiendo que se manifiesten en nuestra vida más oportunidades y experiencias que apreciar.
Apreciar es reconocer y sentir, es darle un sentido a eso que estás agradeciendo desde la energía del amor incondicional con sus diferentes matices que son el reconocimiento, el apreciar, la plenitud, el gozo, la alegría, la paz…
Si de forma constante elegimos agradecer y lo hacemos un hábito en nuestra vida, esto nos permite reconocer el propósito de todo lo que nos ocurre a cada momento y al reconocer liberas energía, porque se hace más fácil aceptar y comprender inclusive la adversidad que se nos pueda presentar.
Porque la adversidad también tiene un propósito en nuestra vida, es el mayor propulsor hacia una búsqueda de más equilibrio y bienestar y nos ayuda a aprender grandes maestrías. Con lo cuál también podemos agradecer aquello que no nos gusta o que no es tan fácil de integrar.
En el momento que estoy viviendo algo que no me gusta, siempre puedo encontrar algo que apreciar. Aprendizaje, fuerza interior, aprender a valorarme y amarme mucho más.
Puedo apreciar que esta situación adversa me llenó de fuerza, me hizo conectar con mi niño interior vulnerado y me está retando a liberarme de viejas creencias, a sanar y a conectar con mi mejor versión.
Te invito a que hagas un ejercicio de gratitud:
Cierra tus ojos, haz unas respiraciones conscientes y profundas y lleva toda tu atención al espacio de tu corazón. Permítete sentir el momento presente y desde ese sentir observa todo lo que puedes apreciar en tu vida. Aprecia la creación, la existencia, todo tu ser. Aprecia tu cuerpo, tus manos, tus piernas, tus emociones, tu estado de consciencia, tu discernir, tu creatividad, tu fuerza interior, tu vitalidad. Aprecia tu familia, amigos… Puedes apreciar todo lo que sientas, sólo necesitas conectar con el corazón y darte ese regalo de apreciar.
La gratitud es un estado muy bonito, es el punto vibratorio más elevado de la creación, es una infusión de energía positiva que nos permite equilibrar nuestro sistema nervioso y potenciar nuestro organismo elevando nuestro sistema inmune y sobre todo nos propulsa a vivir y sentir la vida desde la plenitud.
¿Qué significa para ti apreciar? Observa que puedes apreciar en tu vida.
