En mi recorrido de vida y sobre todo a partir de mi maternidad, he sentido un fuerte impulso hacia una búsqueda de mayor equilibrio, bienestar y crecimiento personal. En esa búsqueda me he encontrado con personas, experiencias, actividades… que me han enseñado y aportado herramientas hacia ese mayor bienestar y equilibrio tan añorado.
Casi todas las herramientas y vivencias aprendidas hacia ese camino de crecimiento me han enseñado que la base de toda evolución es el silencio interno, la pausa, la quietud.
Cuando abrimos esos espacios de quietud y nos adentramos en los planos profundos de nuestro ser, existe la posibilidad de reconectarnos, volver a conectarnos con nuestro ser, nuestra esencia, nuestro yo más profundo y honesto, ese que siempre estuvo ahí sosteniéndonos en la medida que ha podido o que le hemos permitido. Con el paso del tiempo, de las enseñanzas externas del entorno familiar, cultural, de las experiencias de vida… nos hemos desconectado a base de aprender lo que nos dicen que está bien, lo que debemos hacer, lo que debemos ser.
Es imprescindible para nuestro buen desarrollo estar conectados con nuestra esencia, ahí radica una gran sabiduría que me permite descubrir quién soy, cuales son mis dones, mi potencial, que necesito en cada momento, a que me quiero dedicar, en que quiero invertir mi tiempo.
Las herramientas que más me han ayudado a adentrarme en ese gran camino de reconexión han sido: la Osteopatía Biodinámica, el mindfulness, la meditación, yoga, estar en contacto con la naturaleza.
Te animo a que tu también emprendas ese viaje, el viaje más importante de tu vida, el que te lleva de camino a casa, a reencontrarte contigo mism@.
En siguientes post te contaré al detalle como cada una de estas herramientas me han ayudado en mi crecimiento personal.
«Los dos día más importantes de tu vida son el día que naces y el día que descubres para qué.» Mark Twain.